Muchos estilos, distintas ocasiones
Al momento de elegir un traje formal de hombre lo primero a tener en cuenta es el nivel de formalidad, así como también el contexto o evento y el momento del día en que se lucirá.
¿Qué tener en cuenta al momento de lucir un traje?
Al momento de lucir un traje formal de hombre hay ciertos tips para que su uso sea correcto:
al sentarse, los botones del saco deben desabrocharse,
las mangas de la camisa deben estar exhibidas sólo hasta un centímetro y medio,
nunca se debe abrochar el último botón del saco o chaleco formal,
la corbata siempre debe ser un color más oscuro que la camisa. Si esta es negra, la corbata puede ser de otro color, menos azul marino,
si no se lleva corbata, se debe tener especial cuidado en que el cuello se mantenga dentro de la solapa,
en caso de llevar pañuelo, este no debe ser del mismo color que la corbata,
no se debe combinar un reloj deportivo con un traje de etiqueta,
si se utiliza cinturón debe tener el mismo color que los zapatos,
menos es más, por lo que no es recomendable recargarlo con accesorios.
Traje ejecutivo
Popularmente, el traje más usado cotidianamente es el denominado “traje ejecutivo”. El mismo se caracteriza por ser un tanto más informal, ya que por lo general sólo combina pantalón y saco. Este último puede ser de dos o más botones, con un corte recto o británico, siendo menos marcado en los hombros.
El enfoque del diseño está puesto en que el saco sea un tanto holgado y cómodo, sin perder el corte formal, razón principal por el que es el más elegido para los horarios de oficina.
Entre los colores elegidos para llevarlo se destacan los oscuros como los negros y grises, con preferencia por las camisas blancas o neutras.
Esmoquin
El esmoquin como traje formal, surge hace más de 200 años, en el siglo XIX, en Gran Bretaña. Mundialmente conocido por su elegancia y por la formalidad que lo caracteriza, es el más elegido para eventos especiales de gala y protocolares.
Se compone de una chaqueta, preferentemente de color negro; aunque en las estaciones más cálidas suele ser sustituida por alguna de color granate o azul. La acompaña una camisa de color blanco diseñada con puño doble, al que se le suma un fajín de raso o seda, de aproximadamente 25 cm de ancho, o un chaleco del mismo color de la chaqueta.
En tanto, el pantalón posee un corte más clásico y se suele complementar con una cinta de seda ubicada en el lateral, en composé con el color de la chaqueta.
Uno de los elementos más destacables de este estilo, es la “pajarita”, como se lo denominada a la corbata que se anuda al cuello en forma de moño y que suele estar confeccionada en seda en color negro o azul oscuro. En otro de los elementos en los que se destaca la seda es en los calcetines que se suelen elegir para este atuendo.
Por otro lado, en cuanto a los accesorios que componen este look, predominan el uso de los tirantes, el pañuelo y guantes en tonos neutros claros. Y por último, pero no menos importante, los zapatos deben ser del estilo clásico en negro y acordonados.
Chaqué
Popularmente llamado “traje de mañana”, por ser muy utilizado para los eventos formales matutinos, el chaqué surge en el siglo XIX cuando los caballeros pertenecientes a la corte de Gran Bretaña lo adoptaron como uniforme al momento de montar a caballo.
En la actualidad, es uno de los más elegidos por los novios en la celebración de su boda, tanto como por los padrinos o miembros importantes de la familia.
Este traje formal está compuesto por una camisa diseñada en color blanco de puño doble y sin botones, que va por debajo de un chaleco que usualmente es de color gris. En la parte inferior se utiliza un pantalón en negro o gris que puede incluir finar rayas verticales, de corte clásico recto.
Por otro lado, otro elemento característico de este atuendo es la corbata de seda que se lleva con un nudo Windsor, y que puede ir ajustada con un distintivo alfiler. Otro uso de este estilo, aunque menos común, es el del plastrón, que se caracteriza por ser una especie de corbata más ancha capaz de cubrir el pecho.
En este caso, y al igual que con el esmoquin, las medias deben ser de seda negra y acompañar con zapatos de piel acordonados negros.
Para completar el atuendo suelen utilizarse pañuelos de hilo blanco con iniciales grabadas de quien lo porta, guantes blancos o una flor como el jazmín o la gardenia.
Frac
Al traje formal Frac a principios del siglo XVIII solo los lucían los hombres muy adinerados de la época, ya que además de ser costosos eran muy distintivos de la clase alta. En cambio, actualmente se popularizó, pero se caracteriza por estar apartado sólo para eventos muy especiales y donde el código de vestimenta indica que es de etiqueta.
A este atuendo lo componen una camisa de color blanco, confeccionada en hilo, de corte rígido, con botones perlados en los puños. A esta la acompaña un chaleco elaborado en piqué de corte recto o cruzado, que puede ser negro si se trata de un evento religioso, o blanco si es otro tipo de evento formal. La chaqueta por su parte, suele estar confeccionada en vigoña en un tono negro azulado, posee un corte al ras de la cintura y en la parte posterior le caen dos faldones.
En la parte inferior, el pantalón lleva un lazo de raso de aproximadamente 2 cm de ancho, y las medias y zapatos deben ser de color negro.
Para completar el atuendo, se debe utilizar una pajarita en el cuello confeccionada en pique blanco.
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