Con estrategias virtuales Iglesia se adapta a la pandemia

El administrador apostólico Gonzalo Espina se refirió a las medidas que ha debido incorporar la Diócesis de Valdivia, sobre todo ante las fiestas religiosas.

La fiesta de San Sebastián que se celebró el pasado 20 de enero, cada año congregaba a miles de fieles católicos en la región, que por medio de una procesión recordaban la vida y muerte del ex santo romano. Sin embargo, el 2021 con las restricciones propias de la pandemia, obligó a la iglesia a reinventarse y adaptarse a los cambios en ésta y otras festividades. 

Así lo dio a conocer el padre Gonzalo Espina, administrador apostólico de la Diócesis de Valdivia, institución que agrupa a parroquias y capillas de ocho comunas de la región de Los Ríos. “La pandemia y el confinamiento nos ha supuesto un cambio en el programa de actos de las festividades más populares de este tiempo”. 

“Al respecto, hemos suspendido todo tipo de procesiones y la celebración -en caso de poder hacerla- ha de ajustarse al paso que esté determinado para cada comuna. En principio ha habido una gran creatividad en las fórmulas alternativas, hemos usado redes sociales como Facebook y medios como las radios y el Youtube, para hacer llegar igualmente a la comunidad las celebraciones”.

Una de las iniciativas que el administrador apostólico destacó fue la festividad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, el pasado 8 de diciembre en Río Bueno, “donde fue la virgen la que recorrió las calles a lo largo de la tarde, haciéndose presente en cada lugar, dando la oportunidad a todos los fieles de participar desde sus casas”. 

Espina precisó que en la Diócesis de Valdivia se determinó que solo se realizarán procesiones en comunas en fase 3, de Preparación. Asimismo, hemos implementado distintas medidas de seguridad como control de aforos, agendamiento de asistencia, el uso de pediluvios y alcohol gel, toma de temperatura, respeto a las distancias exigidas y por supuesto el uso de mascarilla”. 

Finalmente, Espina enfatizó que pese a las dificultades que ha planteado la pandemia y considerando que gran parte de la vida diocesana se hace en comunidad, el llamado a los fieles católicos ha sido en primer lugar a la responsabilidad, acatando fielmente las disposiciones de la autoridad sanitaria para cuidarnos a nosotros mismos y a los demás”. 

“El segundo llamado es a la solidaridad, estando atentos a las necesidades de los vecinos, amigos y de toda persona que en estos momentos estén pasando alguna necesidad. Y, en tercer lugar, les pedimos creatividad para seguir apoyándonos a través de los medios virtuales. La idea es que nadie quede solo o aislado, sino que sienta la cercanía de los demás, aunque no sea presencial”.